Universidad de Panamá cumple 89 años formando el recurso humano y profesional

El 7 de octubre del 2024, la Universidad de Panamá cumple 89 años de vida académica, institucional, cultural, investigativa, humanista, formadora, propositiva y sobre todo por ser la principal institución de educación superior e integral del país, y la referente histórica a nivel internacional.
Un macro templo del conocimiento científico, tecnológico y multidisciplinario, formadora del recurso humano con pensamiento crítico y conciencia social, respetuosa por excelencia en el desarrollo del debate de las ideas y forjadora de la conciencia crítica de la nación panameña.
La máxima casa de estudios superiores, a lo largo de estos 89 años, ha sido perseverante en el que hacer universitario y frente a los distintos temas de la coyuntura o acontecimientos históricos ocurridos en el país y solidaria con otros pueblos de Latinoamérica y del mundo. Todo ello, gracias al consenso y respaldo incondicional de sus tres pilares estamentales (Profesores, Administrativos y Estudiantes). Obteniendo en conjunto cualitativa y cuantitativamente innumerables logros, triunfos y conquistas; pero también ha estado en el nivel y la capacidad de atender y enfrentar muchas dificultades u obstáculos que se han cruzado en este largo camino de ocho décadas como institución educativa del pueblo.
La Universidad de Panamá, como universidad oficial de la República, ha mantenido siempre (contra vientos y mareas), ese carácter popular que la define, siempre al servicio de la nación panameña, y que ha sido capaz de entregar cientos de miles de profesionales con los más altos estándares académicos al país y de igual forma a disposición de otros países que en su momento requieran de sus servicios en cualquier campo del conocimiento o laboral.
Valiosos y numerosos hombres y mujeres egresados de esta máxima casa de estudios han llegado a ocupar importantes cargos en la administración del Estado, a nivel empresarial y a nivel de servicio exterior, ocupando posiciones diplomáticas o de otras características relevantes para el país. Igualmente, de esta magna institución han salido importantes científicos e investigadores al servicio y desarrollo de actividades de extensión, producción y dirigidas hacia el desarrollo productivo y auto sostenibles al servicio de la nación.
La Universidad de Panamá, sigue siendo hoy la rectora, la más grande, la supervisora y la principal vigilante para que, en nuestro país se mantenga un alto nivel de calidad académica y formadora; pese a los (avances o retrocesos), que han podido existir en materia presupuestario, estructural o incluso de índole estatal. Hoy a sus 89 años, en definitiva, ya no es la única existente en el país, como universidad pública; pero sí continúa siendo la más popular, la más reconocida y la más grande en todo el entorno de la geografía nacional.
Prueba de ello es que, en la actualidad la Universidad de Panamá cuenta con 2 Campus principales (Octavio Méndez Pereira y el Harmodio Arias Madrid), cuenta 19 Facultades, 10 Centros regionales, 15 Institutos, 5 Extensiones universitarias y 28 programas anexos; además posee y dicta 349 carreras, 188 pregrados, 161 Postgrados, más de 130 Maestrías, y una oferta importante de Doctorados; con una misión y visión muy bien estructurada y con la capacidad de llevar la mejor educación superior y de calidad a nivel nacional, hasta en las regiones más apartadas e inaccesibles del país.
Lo anteriormente descrito, nos demuestra que, en la actualidad del año en curso 2024, esta importante institución de educación superior y popular tiene una matrícula de aproximadamente 90 mil estudiantes y como corolario a la fecha ha entregado al país alrededor de trescientos treinta mil profesionales, en un país cuya población actual oscila aproximadamente en 4 millones 538 mil 150 habitantes.
Esto nos lleva a comprender entonces que, en cada familia a lo largo y ancho del país, hay alguien que ha logrado estudios y conocimientos en la Universidad de Panamá. Como también podemos señalar que, de las aulas educativas de la casa de Octavio Méndez Pereira, ha egresado un gran destacamento de hombres y mujeres profesionales en sus disciplinas cognoscitivas y de hecho comprometidos y vinculados en el quehacer nacional, desde el plano educativo, gremial, intelectual, político, científico, legal, tecnológico, magisterial, cultural, étnico, pluricultural e incluso a nivel del propio Estado panameño, ocupando posiciones y cargos importantes en el plano nacional e internacional.
En otro sentido, en muchas ocasiones esta prestigiosa institución ha sido objeto y blanco de múltiples ataques y señalamientos, por situaciones internas que muy bien pueden ser solventadas a través del diálogo a lo interno, y, dentro del contexto de sus leyes, normas, estatuto, reglamentaciones y, a través de sus representativos y máximos órganos de gobiernos. Sin embargo, siempre han existido aquellos que bajo el discurso o argumento de “la crítica constructiva”, abonan con sus oscuros instintos e intentos hacia “la crítica destructiva”, a fin de desprestigiar y dejar en entredicho el sitial hasta ahora logrado, buscan desprestigiar los elevados estándares de calidad y de excelencia académica alcanzados y probados en el tiempo. Pero lo más triste de esto en muchos de los casos, es que estos personajes, actores, artífices, interlocutores o detractores que, de forma sistemática, mediática y hasta desmedida la atacan o señalan; son incluso estudiosos, egresados o parte de la institución.
Pero como un punto muy a favor de estos eventos aislados, es que, en ese plano oscuro y negativo, de desprestigio y descalificación contra la institución, ha sido siempre por un minúsculo o irrisorio, grupo o personajes que, con sus actuaciones contrarias a academia, la excelencia y a la ética; flaco favor le hacen a los denominados “enemigos y detractores” históricos (poder económico, empresarial y libertarios), que durante décadas han pretendido afectar el prestigio, renombre y la Autonomía que ha logrado mantener en el tiempo, con entrega y lucha la Universidad de Panamá.
Lo anterior nos lleva a concluir entonces que, aquellos que insistan en su interés mezquino y negativo de que esta prestigiosa institución del conocimiento superior en algún momento le sea cerrada sus puertas, por el compromiso incondicional de llevar la educación superior y casi gratis a los lugares más apartados y pobres del país. A todos ellos, debemos decirles sin vacilación que eso No pasará jamás, porque esta Universidad de Panamá, es del pueblo y para el pueblo panameño y como tal continuará avanzando siempre por el camino correcto de la academia y del conocimiento ¡Hacia La Luz!