El presente análisis de la delincuencia en Panamá para el segundo semestre del año 2021 tomará en cuenta los siguientes delitos: violencia doméstica, hurtos, robos, homicidios dolosos, secuestros, delitos sexuales, pandillerismos, y los delitos informáticos, mismos que a nuestra consideración seguirán en aumento.

Previo al desarrollo del tema anunciado, se hacer necesario contextualizar el entorno socioeconómico de todos los actores involucrados en términos generales.  Así tenemos que el economista Rene Quevedo describió en junio del 2021 en una televisora local “que la situación con respecto al empleo formal en Panamá es critica y la pandemia agravo mas esta situación”, agrego que “hoy 2 de cada trabajador son informales y funcionarios y eso es insostenible”.  Por su parte el economista Felipe Argote señala que la economía del país solo podrá crecer 5% tras la falta de un plan de reactivación económica.  En base a estos planteamientos, se cierne sobre el país algunos nubarrones que auguran malos tiempos en el plano económico.  Tomemos como ejemplo, la deuda pública (38,907.87), la suspensión de los programas de ayuda solidaria o subsidios en un tiempo perentorio ya que el mismo no será sostenible y el cobro por parte del sector financiero de las deudas de los ciudadanos.  Las consideraciones de esta variable o factor son determinantes para comprender y predecir algunos hechos sociales que se podrán manifestar.

La carencia de bienes materiales, ingreso económico, de la satisfacción de necesidades básicas y el poco desarrollo de la vida espiritual (en esta última anotación, no hago referencia a la vida espiritual dogmática o ritualista) llevará a que las personas manejen inadecuadamente las emociones que generan las situaciones de incertidumbre y por ende la aparición de la frustración, la ira y desesperanza que llevará a que muchos conciudadanos opten por resolver sus problemas con la expresión de la violencia.  Esta expresión se hará presente en los hogares y sobre los miembros más vulnerables de los mismos.  Los delitos sexuales se vinculan como otra forma de manejar la tensión generada por el enojo acumulado y por ello su expresión en el entorno del hogar en muchos casos.

La experiencia provocada por la pandemia en el país y el mundo son inéditas y ante la posibilidad de limitaciones económicas y la necesidad de satisfacer en forma inmediata llevará a que los hurtos y robos se presenten como una opción para dar respuesta a dichas necesidades insatisfechas.

Los menores de edad en términos generales por su naturaleza o su etapa de vida, y por sentir una necesidad como urgente y apremiante de satisfacer, sean estas reales o creadas, verán en las actividades ilegales o al margen de la ley, las indicadas para generar ingresos económicos de tal forma que puedan satisfacer dichas necesidades que sentirán como impostergables.  De allí la posible incorporación de estos a las actividades de las pandillas al servicio de la delincuencia organizada.  Se ha estimado que en el país hay 159 pandillas a lo largo y ancho del país, pero es posible que este número, así como el número de sus integrantes aumenten con el panorama que hemos descrito previamente.

En relación con los delitos informáticos o ciberdelitos ya apareció en un diario de la localidad que el Procurador Encargado de la Nación señalo que entre “enero a abril del 2021 se han registrado 794 denuncias bajo la modalidad de “ciberdelito” de las cuales 655 corresponden a casos de estafa”.  Otras modalidades son la sustracción de datos, pornografía infantil entre otros.  Todos con el objetivo de obtener ingresos económicos siendo las mismas actividades ilegales.

Ser ha anunciado planes en materia económica y de seguridad, pero no se evidencia los mismos aún, quedando como tarea pendiente para la ciudadanía.  De los 3 niveles de intervención dentro de una estrategia de seguridad a saber Prevención, Represión y Rehabilitación, da la impresión de que la administración actual ha apostado a la represión.   De allí la necesidad e importancia del papel que deberá jugar la familia para proteger a sus miembros más vulnerables ante todo los males sociales que se nos avecinan.

El autor es Profesor Universitario y Psicólogo-Criminólogo