Recordando al ‘Cisne Negro’ y maestro del periodismo nacional
En el marco de las efemérides conmemorativas a de las fiestas patrias, considero oportuno el momento para recordar la figura de Gaspar Octavio Hernández, maestro del periodismo panameño, quien que murió un 13 de noviembre del año 1918, a causa de un fulminante ataque de tisis (tuberculosis), en el momento en que se encontraba realizando su labor periodÃstica en el diario La Estrella de Panamá,  cuando redactaba una crÃtica cáustica contra los que ofendÃan el sentimiento nacional.Â
 De acuerdo a testimonios registrados por sus compañeros y colegas del diario informativo en mención, sobre «los detalles que precedieron a la muerte de Gaspar Octavio Hernández fueron breves: los compañeros de redacción lo sintieron levantarse y toser como de costumbre, pero ninguno alzó la vista ni abandonó sus operaciones cotidianas en el diario, de pronto lo sintieron andar apresuradamente y cuando todos reaccionaron y volvieron a mirarlo, lo vieron caÃdo y bañado en sangre». Ello fue a consecuencia de aquella infección bacteriana altamente contagiosa que le comprometÃa principalmente los pulmones y que, al parecer, se le habÃa propagado a otros órganos de su cuerpo.Â
El diario La Estrella de Panamá describió e informó de inmediato a la nación panameña sobre la muerte temprana e inesperada de aquel poeta, patriota y periodista Gaspar Octavio Hernández, quien, a su corta edad, se destacó como un verdadero maestro del periodismo panameño, con una crÃtica punzante contra todos aquellos que, con sus hechos, palabras y actos,ofendÃan la dignidad, el decoro y el sentimiento nacional.
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 En su honor, el 13 de noviembre de cada año, en nuestro paÃs se conmemora El DÃa del Periodista, en recordación de aquel joven autodidacta y virtuoso que se formó a sà mismo mediante la lectura y que se dedicó a la escritura de versos sencillos y complejos, pero con profundos sentimientos de identidad nacionalista; que dejó de existir ejerciendo con altruismo, responsabilidad y dedicación la labor periodÃstica.Â
Como joven apasionado, las letras de sus poesÃas y poemas, se identificaron con la conciencia social, la naturaleza, la belleza, la patria y el amor. En algunas ocasiones, sus ideas y escritos fueron inspirados en pasajes o historias bÃblicas, asà como también en algunos cuentos o comentarios muy acertados en torno a los hechos de la cotidianidad ciudadana o de los acontecimientos literarios de la época.Â
 El doctor Alfredo Figueroa Navarro, uno de los grandes ensayistas del Panamá contemporáneo, en su momento lo describió como «El Cisne Negro», especÃficamente en su libro Vida y obra de Gaspar Octavio Hernández, que donde describe la historia, obra y legado de este importante exponente de la crÃtica y la investigación periodÃstica, que durante su época también fue duramente discriminado por su negritud, igual que le sucedió a Carlos Antonio Mendoza, expresidente constitucional de la República.Â
Considerado por muchos colegas y personalidades como un intelectual vanguardista de su momento histórico, dirigió revistas de actualidad nacional y de igual forma colaboró en muchas otras. Fundó el periódico Prensa Libre en 1913. El Cisne Negro nació y creció con la vocación y misión de ser periodista. Hizo de la pluma un bisturÃ, una espada para denunciar las lacras sociales. Combativo y rebelde sin ataduras, ni concesiones al poder establecido de su época, ganándose muchos enemigos y adversarios en su recorrido profesional; enarbolando las banderas de la ética y la dignidad de la profesión y por el respeto a los derechos y a la verdadera libertad de expresión.Â
Alfredo Figueroa Navarro lo describió como aquel ciudadano que abordó con valentÃa y nobleza en periódicos y revistas, incluso en sus narrativa, los temas sobre la prostitución, la drogadicción, la pobreza, la paternidad irresponsable, la actitud carnavalesca que hace culto de la grandeza ficticia y, sobre todo, a la impunidad e inmunidad de quien él denominó como «Don Dinero» y a las conductas de oportunismo y corrupción que en algunos cÃrculos de la sociedad panameña, que ya se visualizaban en las primeras décadas del Panamá nuestro.Â
Consideró a la educación como el pilar del progreso y sentido nacional, el cual, a su juicio, debÃa intensificar su acción para dignificar al hombre y ennoblecer el carácter y la emancipación  de todos los prejuicios sociales y religiosos en nuestra sociedad. Es a partir de allÃ, donde esbozó y afirmó la siguiente frase: «Lo que no se comprende, no se ama; y lo que no se ama, se olvida».Â
Fue un pensador y defensor de los valores, las tradiciones y cultura de su paÃs, y muy orgulloso de sus raÃces negras. CrÃtico hacia aquellos colegas de su época, que dejaban entredicho la profesión del periodismo, por no querer leer, pensar, analizar e investigar a fondo los hechos o sucesos a la hora de redactar una noticia, asà como también, hacia aquellos que optaban por improvisar la noticia alejada de toda objetividad solo para cumplir con una columna periodÃstica. Â
Vale la pena, entonces, en el marco de recordación de Gaspar Octavio Hernández y de conmemorarse «El DÃa del Periodista», hacer una breve pausa para valorar y reflexionar a lo interno de cada quien como estudiosos o profesionales del periodismo y como comunicadores sociales, si hoy por hoy, se está cumpliendo realmente con objetividad esa importante tarea y misión de informar con ética, profesionalismo y, sobre todo, con objetividad los hechos, sucesos y acontecimientos que se siguen dando a lo largo y ancho del paÃs y, por ende, más allá de nuestras fronteras. Cada profesional y especialista en el periodismo, tendrá su propia respuesta.Â
*El Autor es Publicista y Comunicador Social, con especialidad en Docencia Superior.
