La interconexión eléctrica entre Colombia y Panamá es un proyecto binacional para conectar por primera vez el sistema eléctrico de Panamá con el sistema eléctrico sudamericano a través de Colombia. Busca integrar mercados, facilitar intercambios de energía renovable, mejorar la seguridad de suministro y reducir costos regionales. En la fase más reciente (finales de 2024 — 2025), los gobiernos firmaron acuerdos regulatorios y avanzaron en estudios técnicos y ambientales para pasar a la etapa de ejecución.

El proyecto Panamá-Colombia

El proyecto ha estado en curso durante varios años, con múltiples estudios técnicos, ambientales y sociales ya realizados. En 2024, los gobiernos de ambos países suscribieron un plan de trabajo conjunto para avanzar la iniciativa y la línea de transmisión, que empleará tecnología HVDC (corriente continua de alta tensión), tendrá una extensión total de alrededor de 500 kilómetros, de los cuales 130 km serán submarinos para eludir el cuello de botella del Darién.

Se estima que las obras comiencen en 2026 y que la operación esté prevista para 2028. Un paso clave es la aprobación de las comunidades indígenas, especialmente la comarca Guna Yala, ya que una parte del proyecto cruza su territorio. Las negociaciones buscan garantizar beneficios para las comunidades locales a cambio de su consentimiento, que tendría una interconexión submarina, requiriendo estudios de impacto ambiental, social y de viabilidad. La Universidad puede aportar significativamente.

El interés en esta interconexión ha tenido estudios de factibilidad y cooperación técnica desde el año 2000 hasta propuestas más concretas en los últimos años como complemento a la integración centroamericana Sistema de Interconexión Eléctrica de los Países de América Central (SIEPAC) y la expansión regional. 

Impacto en infraestructura y futuro del país

Según el decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Panamá, el Ing. Elías López, este vendría siendo “un sistema eléctrico más sólido que facilita el crecimiento de trenes, nuevos puertos y otras infraestructuras. El proyecto ha tenido aval institucional y financiamiento internacional; tanto los gobiernos como el sector privado ven su potencial.”

 Costo y financiamiento

Con un monto referenciado públicamente de aproximadamente 800 millones, el financiamiento podría combinar recursos públicos, multilaterales y privados según tramos y estructura financiera definitiva.

Para López, “Primero, el país y el proyecto deben considerar a la Universidad de Panamá a través de sus profesionales. Proyectos como la interconexión Panamá-Colombia implican estudios de ingeniería eléctrica, impacto ambiental, redundancia y aspectos sociales. En la universidad contamos con un equipo capaz de colaborar.”

Esto presenta una visión clara para proyectos de gran envergadura en el país y la Universidad de Panamá debe ser consultada. Considerando que aquí están los mejores profesionales, los cerebros y las áreas de conocimiento necesarias para asesorar en iniciativas de alto impacto.

Agrega también que “La interconexión eléctrica es ese vínculo técnico y físico que une sistemas eléctricos de varios países. A través de la transferencia de sistemas, se crea infraestructura: líneas de transmisión, subestaciones y, sobre todo, eficiencia energética y desarrollo económico. Panamá ya participa en la interconexión eléctrica de Centroamérica con países como Nicaragua y Costa Rica.”

 La Universidad y su presencia regional

 “Panamá cuenta con centros regionales en Chepo (Panamá Este) y en Darién (Meteti), así como anexos en Unión Chocó, Guna Yala y otros. Un sistema eléctrico fortalecido permitirá una UP más estable en energía, lo que se traduce en laboratorios, equipo y conectividad. Nuestra misión es llevar educación superior a los rincones más alejados del país.”

 Señala López, “La Universidad de Panamá está lista para ser parte activa de este avance estratégico para la nación, aportando conocimiento, rigor y la visión de sus centros regionales para un Panamá más conectado y desarrollado”.

Un futuro energético iluminado por la colaboración académica

La interconexión eléctrica crea un terreno fértil para el crecimiento de la formación de talento regional. A través de programas conjuntos de ingeniería eléctrica, energía y sistemas, las universidades panameñas y colombianas pueden ofrecer currículos más robustos y especializados. Esto no solo fortalece las capacidades técnicas de los estudiantes, sino que también fomenta la investigación interdisciplinaria.

Los estudiantes e investigadores tendrán acceso a datos y casos de estudio de una red más grande y compleja, lo que les permitirá realizar análisis más profundos sobre la demanda, la confiabilidad y la resiliencia del sistema eléctrico. Esto es invaluable para tesis y proyectos de investigación.

Además, la interconexión impulsa el intercambio académico y la movilidad de estudiantes y docentes. Programas de doble titulación, pasantías y estancias de investigación se vuelven más accesibles, enriqueciendo las experiencias educativas y las redes profesionales de los participantes.

La Base de la Innovación

En cuanto al ámbito de la ciencia e investigación básica y aplicada, la interconexión fomenta programas conjuntos en ciencia de datos y modelado de sistemas energéticos. En base a esta interconexión los investigadores pueden colaborar en proyectos interdisciplinarios que abordan desde la seguridad energética hasta el análisis de confiabilidad.

La movilidad de investigadores y el fortalecimiento de laboratorios se potencian, mientras que la co-creación de herramientas analíticas y simuladores conjuntos acelera el ritmo de la innovación. Este fortalecimiento institucional a través de alianzas entre universidades, centros de investigación y empresas del sector energético asegura un mayor acceso a fondos y proyectos.

Beneficios de la interconexión

El proyecto de interconexión eléctrica entre ambos países permitirá un flujo de energía bidireccional. En caso de déficit energético en un país, el otro puede suplir la necesidad, reduciendo la probabilidad de apagones. Esto es importante para Panamá, ya que puede depender de la energía más estable y diversificada de Colombia.

Entre otros de los beneficios que recibiría el país está lo económico y ambiental, ya que al tener acceso a una red más amplia, Panamá podrá importar energía de Colombia a precios más competitivos, lo que podría llevar a una reducción de las tarifas eléctricas para consumidores y empresas. La interconexión también promueve el uso de energías renovables, ya que facilita el intercambio de excedentes de energía limpia.

El proyecto incluye un fuerte componente de responsabilidad social y ambiental, con iniciativas que buscan beneficiar a las comunidades locales. Esto incluye programas de educación, desarrollo de habilidades, generación de empleo local y protección del medio ambiente, asegurando que el progreso técnico vaya de la mano con el bienestar social.

También participaron en este proyecto organismos internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Corporación Andina de Fomento (CAF), quienes mostraron su respaldo técnico y financiero. En el aspecto regulatorio, la ASEP de Panamá y la Comisión de Regulación de Energía y Gas de Colombia, (CREG),  intercambiaron criterios sobre marcos normativos para asegurar la viabilidad económica y técnica del proyecto.

Perspectiva educativa

José Simmonds, docente del área de Ingeniería Hidrológica y de Recursos Hídricos en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Panamá, considera que el proyecto de interconexión eléctrica entre Panamá y Colombia representa una oportunidad clave para el país en términos energéticos, económicos y ambientales.

El docente resalta, que esta iniciativa puede contribuir a mejorar la seguridad y resiliencia energética de la región, al permitir una complementariedad entre los recursos de ambos países: mientras Colombia tiene una fuerte capacidad hidroeléctrica, Panamá puede aportar con su potencial solar y eólico. Esta sinergia facilitaría el equilibrio energético en caso de fenómenos climáticos como las sequías, que afectan la generación de energía en uno u otro país.

Además, el académico subraya la importancia de que este proyecto se alinie con los objetivos de sostenibilidad ambiental, ayudando a reducir la huella de carbono de Panamá mediante una matriz energética más limpia y diversificada. En ese sentido, insiste en que el país no debe depender exclusivamente de la energía hidroeléctrica, sino ampliar su inversión en fuentes renovables como la solar y la eólica.

También señala que este proyecto abre oportunidades significativas para carreras como Ingeniería Hidrológica y Energías Renovables. Ambas disciplinas pueden jugar un papel fundamental en el uso eficiente de los recursos hídricos y el desarrollo de tecnologías sostenibles, fortaleciendo así la formación de profesionales preparados para enfrentar los retos energéticos del futuro.

Finalmente Simmodns plantea, que esta interconexión no debe verse solo como un acuerdo bilateral, sino como un primer paso hacia una red energética regional más amplia, que en el futuro podría incluir a países como Costa Rica y Nicaragua, siempre que exista voluntad política para impulsar esta integración.

Impacto positivo y desafíos ambientales del proyecto

Abdelis Torres y Yeremis Canto, estudiantes de tercer año de Ingeniería en Hidrología y Recursos Hídricos de la Universidad de Panamá, consideran que el proyecto de interconexión eléctrica con Colombia representa una oportunidad significativa para el país. Ambos coinciden en que este acuerdo no solo fortalecerá las relaciones bilaterales, sino que también impulsará la generación de empleo y el desarrollo de nuevos proyectos energéticos.

Torres resalta que la interconexión puede ser clave para enfrentar los efectos de la variabilidad climática que afectan la generación hidroeléctrica nacional, permitiendo una mayor estabilidad en el suministro energético y posibles reducciones en los costos.

Por su parte, la estudiante Canto destaca el valor del proyecto para integrar regiones actualmente desconectadas del sistema eléctrico nacional, como la provincia de Darién. Sin embargo, advierte sobre la necesidad de considerar cuidadosamente los impactos ecológicos y ambientales, ya que Darién es una zona de alta sensibilidad ambiental y un área crítica para los recursos hídricos del país y la región.

Ambas estudiantes coinciden en que, desde su campo de estudio, es fundamental garantizar un equilibrio entre el desarrollo energético y la conservación del medio ambiente.

Avances del convenio

Recientemente, Panamá y Colombia llevaron a cabo una reunión de alto nivel para revisar los avances, retos y proyecciones del proyecto de interconexión eléctrica binacional, con la participación de ministros, entidades regulatorias y organismos multilaterales. Este proyecto estratégico busca fortalecer la seguridad energética, promover la integración regional y garantizar la sostenibilidad ambiental.

La sede del Parlamento Latinoamericano y Caribeño fue el escenario donde se reafirmó el compromiso político de ambos países. El ministro de la Presidencia de Panamá, Juan Carlos Orillac, y el secretario nacional de Energía, Rodrigo Rodríguez, destacaron que, después de más de 20 años de conversaciones, se están logrando avances concretos gracias al esfuerzo conjunto.

En materia ambiental, el viceministro de Ambiente de Panamá, Óscar Vallarino, y la ministra colombiana de Ambiente, Irene Vélez, coincidieron en la necesidad de garantizar que el proyecto sea sostenible y respetuoso con el medio ambiente.

La reunión concluyó con un firme compromiso de avanzar con transparencia y cooperación mutua, con el objetivo de poner en marcha la interconexión antes de que finalice el mandato del presidente colombiano Gustavo Petro, por lo que se espera una próxima reunión en el mes de octubre del año en curso.